Sobre mujeres, vaginas y otras cosas bonitas.

Miradlas. Sacad los ojos de vuestros culos por un momento y levantad la mirada. Un universo se extiende a vuestro alrededor y sois incapaces de sumergiros en él. Os atan las cadenas del miedo, impuestas por esos fantasmas del pasado a los que un día disteis el control de vuestras vidas. Vuestra fuerza y vuestros dones se limitan por muros de polvo que os impiden ampliar las miras más allá de los barrotes de vuestra propia cárcel. Allí, en el exterior, habitan ellas. Esos seres plagados de curvas indescriptibles, cubiertos por pieles suaves y tersas, portadores de la basta esencia del amor. Con un poder tal que son capaces de por si de sufrir la carga de la vida, de construir fantasías inimaginables, de llenar las heridas de vuestras almas con belleza, amor, caricias y sexo.

Y, mientras tanto, el tiempo pasa en vuestra prisión de bruma buscando respuestas que den sentido a vuestras vidas en las bibliotecas manidas de Internet. Profiriendo culto a charlatanes y falsos ascetas que promulgan métodos sin daros a conocer la verdad tras la técnica. Una verdad que solo alcanzaréis embriagándoos con el licor que mana entre las piernas de todas esas hermosas mujeres.

Habla de esto un hombre que superó entre lágrimas y sangre de su propia condena. Uno que no dejó que nadie pusiera coto a su vida, librándose así, y no sin esfuerzo, del yugo de la vida para tornarla a su favor y hacer de ella lo que él quiso que fuera. No puedo prometer gloria, ya que aún no he dado con ella, tampoco un camino sembrado de pétalos de rosas, ya que toda metamorfosis tiende a ser dolorosa, y tampoco os puedo vaticinar victorias. ya que mi propio camino está plagado de derrotas. Lo que si puedo aventurar es el poder que sentiréis al romper los muro, ya que tomaréis el control de vuestras vidas, que comenzaréis una aventura en la que vosotros seréis vuestros propios héroes,  ya que no hay mayor victoria que la que obtienes al conquistar tu propio montón de mierda, y podréis ser al fin libres, ya que al tenerte a ti mismo lo tienes todo y, como decía Loquillo, libertad significa que no tienes nada que perder.

Sólo así podrás caminar por nuevas tierras, adquirir  muchas y variadas experiencias de las victorias y las derrotas, y a sobrevivir a la brutalidad del mar de coños que se extiende ante tus ojos. Según transcurra el viaje hacia el final conocido de la vida encontrarás a esa mujer a la que podrás amar sin medida, lo que en verdad eres y el auténtico significado de tu vida. Y descubriendo estas joyas te percatarás que el dolor no es más que un mero tramite y que la felicidad está dónde tu quieras que esté.

Acabaré esta reflexión abriendo las puertas a otra idea. Al escapar de tus miedos y saborear  la victoria. descubrirás que eres único y, por ello, no serás querido por todos ni alabado por muchos pero los que te sigan aún en esos momentos no te abandonaran nunca. Has de cuidar de ellos así como crecer y evolucionar a su lado ya que, solo, el camino por la vida se hace terriblemente largo. dicho esto me despido, no sin antes agradecer a todas las mujeres, las bondadosas y las pérfidas, su presencia en esta roca mojada que vaga por el universo. Sin ellas y las experiencias que aportan a nuestra anodinas rutinas no tendría sentido levantarse para ver un nuevo día.

Me despido ya a la espera de que las musas no se separen de mi lado.

Un fuerte abrazo desde la tormenta

Alex M.

2 comentarios en “Sobre mujeres, vaginas y otras cosas bonitas.

  1. Me ha gustado mucho, pero en concreto esta parte:

    «Lo que si puedo aventurar es el poder que sentiréis al romper los muros, ya que tomaréis el control de vuestras vidas, que comenzaréis una aventura en la que vosotros seréis vuestros propios héroes, ya que no hay mayor victoria que la que obtienes al conquistar tu propio montón de mierda»

    Sólo aquel que lo haya vivido en sus propias carnes comprenderá la grandeza de ese sentimiento de poder y libertad. Cuantas veces lo he intentado explicar y me han mirado como si hubiese perdido la cordura. Ésa que tanto me costó encontrar.

    Un saludo.

    Me gusta

Deja un comentario